EXORDIO.
El texto más abajo publicado, corresponde a la rica literatura epistolar de este ilustre hombre paraguayo.
TEXTO DE LA CARTA DEL DR. ELIGIO AYALA.
A sugerencia de un querido colega, vierto al blog, el texto de esta carta, cuya actualidad y vigencia, no se han desteñido ni en su época ni en la nuestra, pues parece escrita ayer.
El texto más abajo publicado, corresponde a la rica literatura epistolar de este ilustre hombre paraguayo.
SEMBLANZA DE ELIGIO AYALA.
Nacido en Mbuyapey, 1880, fue Político
paraguayo, y Presidente de la República en dos períodos (de abril de 1923 a junio
de 1924 y de agosto de 1924 a agosto 1928). Ayala es una de las figuras principales
del "período liberal", y hoy se lo recuerda más por sus ideas
humanistas que como político. Estudió derecho y enseñó en el Colegio Nacional.
Perteneció al Partido Liberal desde su juventud.
Participó en la revolución de 1904, y en 1911 intentó detener un
golpe militar dirigido por el coronel Albino Jara. Fue exiliado a Europa, donde
estudió y viajó hasta 1919. A su regreso, se entregó de lleno al periodismo y a
la política. De esta época se lo recuerda como un escritor y editorialista
brillante. Escribía y hablaba en cuatro idiomas, aparte del guaraní y del
castellano. También fue elegido miembro de la cámara de diputados y en 1920
designado ministro de Finanzas bajo los gobiernos de Manuel Gondra y su primo
Eusebio Ayala.
Asumió la presidencia de la República tras la renuncia de
este último, y fue ratificado en las urnas en las elecciones del mismo año.
Para muchos, fue el mejor presidente del "período liberal". Adoptó
una política de reconciliación nacional y declaró una amnistía política. Fue el
primer presidente en completar su período de gobierno y pasar el bastón de
mando a otro presidente electo, José Patricio Guggiari. Fue ministro de
Finanzas con este último hasta su muerte el 24 de octubre de 1930, en un crimen
pasional. Al morir se supo que entre sus pertenencias sólo existían una humilde
casa, su biblioteca y una modesta cuenta bancaria.
TEXTO DE LA CARTA DEL DR. ELIGIO AYALA.
A sugerencia de un querido colega, vierto al blog, el texto de esta carta, cuya actualidad y vigencia, no se han desteñido ni en su época ni en la nuestra, pues parece escrita ayer.
REFLEXIONES
SOBRE POLITICA NACIONAL
Para fabricar salchichas se requieren aptitudes
especiales; para ser legislador o ministro en el
Paraguay el talento y los conocimientos son superfluos. La preparación, el
carácter, la honestidad a veces estorban. Valen más ciertas contorsiones y
genuflexiones del cuerpo que veinte años de estudios, que la decencia y la
probidad.
Los que
ocupan los puestos públicos creen saber todo, se creen aptos para todo, pierden
la conciencia de la propia ineptitud.
En el
Paraguay para brillar con reputaciones falsas basta ser diputado, senador o
ministro. Luego, es lógico que la pasión dominante sea la de adquirir esos
puestos y conservarlos y que para eso en vez de estudiar, de prepararse y
dignificarse, se adule, se intrigue o se implore servilmente. Por esta razón la
mayor parte de los que ejercen los elevados cargos políticos son los verdaderos
arribistas petulantes. Todas las magistraturas han sido profanadas por la
inepcia más franca y por la nulidad más absoluta. Así se ha llenado el
Parlamento y los ministerios de aprendices, que se instruyen en almanaques del
año pasado y destrozan la actividad económica nacional con sus caóticas y
torpes ensayos legislativos.
Todo se hace
al azar, por tanteo, por instinto como en un acceso de sonambulismo, todo se
reforma sin necesidad y nada se reforma de lo que es preciso reformar.
En un mar
flotante de pasiones y apetitos, sin principios directores, sin sistemas, sin
conocimientos, sin brújula, la intervención del Estado en la esfera económica
se ha convertido en un oportunismo de detalle, de expediente, al día, que libra
la economía nacional al capricho de los intereses particulares pequeños del
presente.
No se respeta
el mérito, no se desprecia el vicio, nadie se indigna sinceramente contra la
injusticia, nadie es justo. Los culpables pierden la conciencia de sus faltas,
los hombres virtuosos, el pudor, y los partidos su nobleza. Buenos y malos
viven en cada partido en una camaradería hipócrita, sin sinceridad, sin
confianza recíproca, sin gratitud, sin generosidad. El interés los divide y los
une y reconcilia sucesivamente.
Los enemigos
de ayer conspiran juntos, los amigos de hoy se venderán mañana. En vez de
partidos se forman círculos esporádicos y convulsivos de pequeños ambiciosos.
Los partidos tradicionales en vez de ser útiles a la
patria, utilizan la patria; en vez de servir sanos intereses nacionales en el
gobierno, hacen que el gobierno les sirva a ellos.
Eligio Ayala
Berna, Suiza, 1915
CONCLUSIONES.
Con estas palabras tan actuales, no es de extrañar que su lectura y reflexión, en la mente y alma de cada uno de ustedes, logre despertar pasiones y pensamientos encontrados.
Eligio Ayala, el Estadista, como pocos que tuvo en su azarosa vida política el país, ha logrado permanecer impertérrito, incólume e intachable, como persona, ciudadano, político y ejemplo de estas y las próximas generaciones.
Excelente material, ideal para compartir en las clases de historia, política y ética.
ResponderEliminarModelo de Hombre público, un estadista olvidado y desacreditado por aquellos que profanaron la decencia y la moral por un puñado de dólares. Alguna vez cuando recuperemos la cordura y la decencia de volver a ser un Nacion respetada por la valentía y decencia, ocupará su lugar que injustamente sigue vacia
ResponderEliminarSI ERA TAN BUENO POR QUE MURIO???
ResponderEliminarQUE ALGUIEN LE DIGA QUE SU BISÑETO QUIERE SER STREAMER
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